Salamina, San Felix y Samaria

Ubicada en el norte de Caldas, Salamina es considerada una de las joyas del Eje Cafetero. Sus casas coloridas, balcones tallados en madera y calles empedradas reflejan la arquitectura típica antioqueña del siglo XIX.
Más allá de su encanto patrimonial, el pueblo vibra con la vida cotidiana de sus habitantes, el aroma del café recién tostado y la vista de las montañas cubiertas de verde.
Es un lugar ideal para pasear sin prisa, descubrir talleres artesanales y disfrutar del ambiente tranquilo de la plaza principal.

A 18 kilómetros de Salamina, San Félix ofrece una experiencia más rural y silenciosa, rodeada de colinas, neblina y fincas cafeteras. Este pequeño pueblo conserva la autenticidad del campo caldense, con gente amable y tradiciones campesinas vivas.
Desde aquí parten caminos hacia algunos de los paisajes más impresionantes de la región, como el Valle de Samaria, hogar de las altísimas palmas de cera del Quindío.
Es un lugar perfecto para quienes buscan tranquilidad, contacto con la naturaleza y una mirada genuina al mundo rural andino.

En las montañas que rodean San Félix se encuentra el Valle de Samaria, un paraíso natural poco conocido donde se alzan majestuosas palmas de cera, símbolo nacional de Colombia.
El valle combina paisajes de montaña, ríos cristalinos y senderos perfectos para el avistamiento de aves. La neblina matutina, el canto de los pájaros y la calma del entorno hacen de Samaria un lugar único para conectar con la naturaleza.
Ideal para caminatas y fotografía, este destino conserva aún la pureza y serenidad del paisaje cafetero tradicional.