Capurganá

Capurganá sigue siendo un lugar mágico con una atmósfera de fin del mundo, perfecto para desconectarse del mundo moderno con su hermosa playa, aguas cristalinas con diferentes tonos de azules, cocoteras y esta selva densa y salvaje. La gran ventaja de Capurganá en comparación con Trigana es la presencia de corales en el mar que hace que el snorkeling y el buceo sean mucho más interesantes.

En Capurganá durante los últimos años se han desarrollado varias escuelas de buceo, el fondo marino de la zona es muy rico en corales, peces multicolores, rayas, tortugas de caray e incluso pequeños tiburones… Si te gusta, aprovecha la oportunidad para hacerlo aquí porque definitivamente vale la pena el desvío y si estás aquí durante al menos una semana, no dudes en pasar tus certificaciones PADI o SSI para bucear más profundo y más barato durante tus próximas sesiones, es mucho más barato que en Europa y la práctica es principalmente en el mar, por lo que es muy agradable. Una remarca valida tanto para bucear como para el snorkeling, en todo el golf Urabá, en la estación seca, de diciembre a abril, hay muchas olas que agitan la arena y que hacen que la visibilidad puede no ser excelente, este no es el caso todo el tiempo, pero es bueno enfatizarlo para que no te decepciones, pero si te quedas varios días seguramente habrá un día con un mar más tranquilo y buena visibilidad… ¡Si vienes para aprovechar al máximo de los fondos marinos, elige venir de mayo a noviembre!

A Capurganá se puede llegar en más de 2h30 en barco desde Turbo o alrededor de 1h40 desde Necoclí. Con respecto al barco, debe ser señalado que de diciembre a abril, durante la estación seca, el mar puede estar muy agitado y es mejor preferir Necoclí a Turbo como punto de partida para minimizar el tiempo de viaje en barco. Si está sujeto a dolor de espalda o mareo, no viaje durante este periodo, en barco puede viajar desde principios de mayo hasta noviembre o privilegie viajar en avión desde Medellín (750000 pesos ida y vuelta Vs 270000 en bus más bote). En Capurganá se encuentra una oficina de inmigración para quienes deseen ir a Panamá, para pasar a la playa la miel no es necesario hacer ningún trámite…

Si le gusta la selva y el agua dulce, puede ir a la reserva natural de El Cielo, donde podrá nadar en muchas piscinas naturales bajo cascadas en un ambiente selvático, le tomará aproximadamente una hora caminando desde la playa, la primera media hora no es muy agradable pero la segunda es a través la selva cruzando el río y será una buena oportunidad para observar monos, tucanes y perezosos si tiene un poco de suerte.

Desde la playa principal, si continúas el camino alejándote de Capurganá bordeando el mar, llegarás a La Coquerita, es una casa al mismo tiempo en el mar y la selva. En este lugar mágico, encontrarás piscinas naturales de agua dulce y otra con agua tibia del mar, un pequeño bar / restaurante y muchas hamacas para relajarse.

Nos gustaría terminar esta descripción de Capurganá en este último párrafo, un poco más triste y menos vendedor, pero creemos que es necesario hacerlo… La primera palabra que nos viene a la mente cuando pensamos en Capurganá es “nostalgia”, no porque estemos en contra del progreso, lejos de eso, sino porque es el vecino de nuestro pequeño paraíso de Trigana que aún se conserva del turismo de masas y que realmente no queremos que le suceda lo mismo… Algunos dirán “no hay que ver el vaso medio vacío sino medio lleno, Capurganá es hermosa incluso hoy”, y es cierto que este pequeño pueblo todavía tiene algo de encanto y siempre puedes pasar buenos momentos en sus aguas turquesas a 30 grados o en su densa selva poblada por muchos animales y con muchos ríos, pero aún así… Seguimos sabiendo que “era mejor antes”, lo conocimos en 2009, y regresamos 9 años después y fue un shock y si hablamos de eso es realmente para informarles, amigos turistas, desafortunadamente el turismo puede ser devastador si está mal administrado, si los diferentes actores, especialmente los anfitriones pero también los clientes y las “políticas locales” no hacen un esfuerzo para generar un turismo sostenible que proteja el lugar a largo plazo mientras lo desarrolla…

En 2009, el pueblo todavía vivía al ritmo de los pequeños botes que traían a los lugareños, turistas y todos los víveres. Los visitantes eran casi solo colombianos, la mayoría de ellos de Medellín o de la región, y algunos mochileros expertos. El pueblo se llenaba los sábados y domingos y estaba vació por completo durante la semana, había electricidad solo 8 horas al día, no había internet, ni motocicletas ni automóviles, solo carretas haladas por caballos, un pequeño pontón de amarre, y no había basuras…

Hoy ha cambiado mucho, el flujo turístico ha aumentado enormemente a pesar del acceso complicado, tanto un turismo colombiano que viene por sus hermosas playas y también para tener la oportunidad de salir del país yendo a la playa la miel en Panamá, la mayoría de los colombianos nunca han salido del país y pocos tienen la oportunidad de hacerlo, al menos de una forma tan fácil porque no es necesario ningún documento, un turismo extranjero en crecimiento en Colombia que viene por lo idílico pero también para seguir el viaje en dirección de Panamá pasando por las hermosas islas San Blas… Y como si eso no fuera suficiente, recientemente se ha agregado una impresionante cantidad de migrantes provenientes de África, Cuba, India, Siria, Bangladesh que tienen derecho a aterrizar en Colombia porque el país no les solicita visa y continúan su viaje hacia los Estados Unidos pasando por la selva de Darién a pie, se estima hoy en 2019 a más de 100 por día… Ahora la electricidad está disponible 20 horas al día, Internet está en todas partes, hay muchos bares, restaurantes y hoteles, muchas tiendas de abarrotes, panaderías, discotecas, un enorme pontón que ahora alberga más de una docena de barcos al día cada vez más grandes y hasta 100 pasajeros. Los “motocarros”, una especie de motocicleta con volcó de 3 ruedas, las motocicletas y algunos pequeños automóviles y tractores han reemplazado las carretas y caballos, hay un enorme basurero abierto y un barrio pobre que ha crecido después del aeropuerto en dirección de la reserva natural de El Cielo… Antes era un pedazo de selva virgen con enormes árboles. Hay grandes problemas de agua, esta está muy racionada, por lo que los enormes tanques en los techos de las casas se han multiplicado y la red de alcantarillado de la aldea es solo un desastre, en gran parte fluye sin conductos y todo se arroja a la desembocadura del río que viene de El Cielo y luego al mar…

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