Honda y Laguna Guarinocito
En el camino entre Bogotá y Medellín vale la pena hacer una parada en el pequeño pueblo de Honda.
Con sus casas coloniales y calles empedradas, este lugar parece detenido en el tiempo. Durante el día, puedes recorrer sus callejones y descubrir la parte antigua del pueblo, donde destacan dos iglesias muy bonitas que reflejan la herencia colonial de la región.
Honda está ubicada a orillas del río Magdalena, el más importante de Colombia. Desde ahí hay varias compañías que ofrecen tours en lancha.
Uno de sus mayores atractivos es el puente Navarro, construido por la San Francisco Bridge Company e inaugurado en 1899. Fue el primer puente de acero y hierro de Latinoamérica, y desde él se puede disfrutar una vista espectacular del río y del pueblo.
Aunque durante el día Honda suele ser tranquilo, al caer la noche el parque principal cobra vida. Aparecen vendedores de comida local, artesanías y varios restaurantes que abren sus puertas a los visitantes, creando un ambiente alegre y acogedor.
A solo 20 minutos del centro se encuentra la Laguna Guarinocito, un lugar perfecto para conectarse con la naturaleza. Allí se ofrecen paseos en lancha para observar la rica flora y fauna de la zona y se pueden ver diferentes aves y otros animales (capibaras, caimanes etc.) e incluso es posible bañarse en las orillas de la laguna.
Sin embargo tome en cuenta que Honda es un lugar muy caliente y las temperaturas durante el día pueden subiar a más de 30°, por ende es recomendado buscar un hospedaje con piscina, ,ideal para refrescarse después de recorrer el pueblo.





